Como todas las madres y los padres del mundo, una de las cosas que más me han preocupado es dar a mis hijos la mejor educación posible con el fin de facilitar así que en el futuro puedan valerse por sí mismos.
Y esta decisión que tomamos los padres como adultos pasa, necesariamente, por dos cuestiones:
- la planificación y
- la actuación.
El primer paso y , quizás el más importante, es que los padres se planteen en cuánto tiempo necesitan conseguir ese dinero y de cuánta cantidad estamos hablando.
Está claro que cuanto antes te plantees estas preguntas, más fácil te va a resultar conseguir tus objetivos.
No te digo que llegues hasta el extremo de muchos padres norteamericanos que abren una cuenta de ahorro para sus hijos desde su nacimiento, pero no está de más que hagas cuentas porque el tiempo pasa… ¡¡¡ mucho más rápido de lo que creemos!!!.
Una vez hecho esto, deben decidir cuál va a ser la herramienta que van a utilizar para conseguirlo y es aquí donde yo te voy a recomendar la adquisición y utilización de
Los metales preciosos de inversión:
oro, plata, platino, paladio y rodio.
Que son algo que pueden utilizar tanto los padres que ya tienen dinero ahorrado como aquellos que empiezan a crear una hucha para el futuro.
Cuando tienes un producto como el oro que se ha revalorizado un 300% en los últimos quince años, más aún, si nos retrotraemos veinte años y tenemos en cuenta que nuestros jóvenes no suelen entrar en la universidad hasta los dieciocho años, más o menos, un producto con ese nivel de revalorización nos puede facilitar mucho las cosas.
Para que te hagas una idea: si hubieras adquirido en 2004 una onza troy de oro (31,104 gr.) a 402,26 $, hoy día la estarías vendiendo a 1.924,90 $/onza. Para hacer los números redondos 400€ en oro habrían pasado a valer casi cinco veces más. Si la hubieras comprado en 2016 a 1.064,23 $/oz. hoy día habrías doblado su valor.
Pero es que no necesitas comprar una onza, puedes empezar comprando oro desde dos gramos que es el mínimo legalmente autorizado para el oro de inversión.
Si esto lo hubieras hecho comprando periódicamente de forma regular, el interés compuesto habría hecho su magia y lo habrías multiplicado de forma exponencial.
Y aunque revalorizaciones pasadas no garantizan revalorizaciones futuras, está claro que la tendencia histórica nos muestra una clara visión optimista.
Todo ello, además, con la tranquilidad que supone poder hacer líquida esa cantidad en cualquier parte del mundo y de forma prácticamente inmediata, puesto que el oro es una divisa (por lo que no lleva IVA).
Al contrario de lo que puedas creer, la adquisición de metales preciosos de inversión está al alcance de cualquier bolsillo, tengas o no ahorros previos, existiendo productos previamente diseñados de tal forma (como las compras periódicas) que la adquisición te sea muy fácil y consigas tus objetivos casi sin darte cuenta.
También puedes hacer cómplices de esta decisión a abuelos, tíos y demás familiares. No es la primera vez que los abuelos deciden planificar compras periódicas de metal de inversión para regalar en un futuro a sus nietos con motivo de su Primera Comunión. Y ¿quién, tras cada cumpleaños, no se ha encontrado con un montón de regalos que no sabe dónde meter, cuando al final, ellos prefieren jugar con las cajas, o con sólo uno o dos de ellos?.
Como cualquier decisión importante en la vida, lo mejor es que acudas a un profesional experto que te ayude a decidir cuál es la mejor opción para tu economía y para el futuro de tus hijos, qué metal o metales escoger, qué cantidad periódica invertir o qué consecuencias fiscales conlleva esta operación….. Y aquí entro yo
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