Invertir de manera segura es una de las máximas de la mayoría de los inversores más conservadores. Sin embargo, aunque la teoría es sencilla, ya que todo el mundo conoce cuáles son los productos con menor riesgo, lo cierto es que hay una serie de aspectos para empezar a invertir de forma segura.

El triángulo de las inversiones:

  • A mayor riesgo, mayor rentabilidad.
  • A mayor plazo, mayor rentabilidad, menor liquidez.
  • A mayor plazo, menor riesgo.

Diversificación

La diversificación es uno de los elementos más importantes de cualquier inversión, incluso en aquellas que, a priori, se consideran más seguras. Gracias a la diversificación, es posible reducir el riesgo de la cartera, introduciendo diferentes tipos de activo, con distintos horizontes temporales, áreas geográficas, sectores o categorías.

El mundo está lleno de oportunidades

La mayoría de los inversores se centran únicamente en los activos de su país, y pierden una importante oportunidad de rentabilizar más sus ahorros. En el caso de los depósitos a plazo fijo, por ejemplo, la rentabilidad de los depósitos apenas llega al 0,5%, según datos del Banco de España, mientras que, en el resto de Europa, pueden alcanzar rentabilidades superiores al 1%.

Lo mismo sucede con otras inversiones en renta fija. Además de que puedes acceder a un amplio abanico de activos diferentes, puedes diversificar tus inversiones para lograr la mejor combinación de rentabilidad-riesgo.

El plazo también es importante

  • Estimar el horizonte temporal en que queremos ver los frutos de nuestra inversión resulta fundamental.
  • La magia del interés compuesto siempre actúa a nuestro favor, cuanto más tiempo le demos a una inversión, mayor beneficio tendremos.
  • Compatibilizar el largo plazo con la liquidez no es fácil, salvo que hablemos del oro y la plata.

Las comisiones

Las comisiones son uno de los elementos más perjudiciales para cualquier inversor. No en vano, reducen la rentabilidad de una cartera, hasta el punto de llegar hasta rentabilidades negativas si son muy elevadas.

Es fundamental elegir aquellos productos con las comisiones más bajas posibles. A largo plazo, estos costes pueden marcar la diferencia entre un producto que garantiza tu capital y otro que, en realidad, puede acabar haciéndote perder dinero.

Los riesgos ocultos de los productos garantizados

Los llamados fondos garantizados son productos en los que se garantiza mediante un seguro, una parte del capital invertido, no la totalidad.

Suelen tener unas altas comisiones y penalizaciones sin se intenta recuperar el dinero antes del plazo convenido.

La inflación: el enemigo a batir.

Si realmente lo que deseamos es que nuestro patrimonio conserve su valor a lo largo del tiempo, batiendo con ello a la temida inflación, tenemos que adquirir productos cuya rentabilidad supere este dato.

Los metales preciosos de inversión son perfectos a este fin.

¿Qué productos te recomendamos?

  • Metales preciosos de inversión de forma física y adjudicados.
  • Bienes Inmuebles y Fincas Rústicas
  • Planes de Pensiones.
  • Fondos Indexados.
  • ETFs.