Porque más vale prevenir que curar
La gestión de riesgos patrimoniales o protección de activos es un conjunto de técnicas, estrategias y leyes que tienen como objetivo proteger los activos pertenecientes a individuos y empresas contra las reclamaciones de los acreedores y/o instituciones que intentan embargar legalmente dichos activos.
Deudas y obligaciones hipotecarias con terceros y con proveedores, reclamaciones por daños causados por sus empleados, responsabilidad del producto o profesional y cuestiones de protección al consumidor, son solo algunos de los riesgos con los que cualquier autónomo o empresario debe lidiar.
Pero también pueden surgir riesgos por otro tipo de situaciones personales o familiares como separaciones o divorcios, herederos, problemas legales o juicios sobrevenidos.
Si se manejan incorrectamente, estos riesgos podrían resultar en la pérdida de activos comerciales y personales. Saber qué riesgos enfrenta y cómo minimizarlos o evitarlos le da la oportunidad de administrar su negocio y su patrimonio con éxito.